EL DÍA PROMETIDO
Me dicen que te olvidaré, incluso gente más sabia que yo.
Juran que el olvido es necesario y que el cuerpo lo sabe,
qué solo llegará y que una mañana no recordaré quién eres;
también que el sonido de tu voz no susurrará a mis espaldas,
mientras que tus rasgos faciales se difuminarán en mi mente.
Y dicen mil veces que te he de olvidar.
Que tu nombre un día sólo será una palabra sin significado;
tu historia, un vago recuerdo de una plática de café;
tu vida, un cuento de los que usan para asustar a los niños,
tus palabras, tinta deleble destinada a desaparecer silente.