sobre el dolor

¿qué te conmueve más, el dolor físico o el dolor "espiritual"?

Dentro y fuera del trabajo, me relaciono con mucha gente. Pues bien, si me hablas de dolores físicos, enfermedades de todo tipo... lo asimilo bien. Si me hablas del alma rota, tu dolor me cala y me abruma.
¿será por mi forma de pensar, de que el cuerpo es sólo cáscara. Es un envoltorio que hay que cuidar y mantenerlo lo mejor posible... pero en su dolor... dicen los médicos que existen analgésicos para todos los niveles de dolor...
Pero amigo, cuando me hablas de que estás deprimido, que te han roto el corazón, que no tienes ilusión, que te quebraron las esperanzas, que te traicionaron... me llegas a lo hondo.

Hago mío tu dolor... me quita el sueño...trato de buscar soluciones...quisiera ayudarte... mejor aún, quisiera una varita mágica que hiciese que se disolviese tu pesar...
En mis oraciones, pido que vuelvas a sonreir...

Observo mucho dolor. Rara es la persona que no vive un gran pesar...hijos extraviados, como ovejas sin pastor, campando a sus anchas pero sin valores, padres agobiados incluso por su tarea de ser padres, ancianos tristes, mujeres solas, hombres solos, parejas juntas pero solas, crisis de ansiedad...

¿siempre fue así o es un mal endémico de nuestra época?
Sin embargo, pienso que es ahora cuando más inquietud existe por encontrar el elixir de la felicidad.


SALUDOS

Cuando lo material faltaba -comida escasa, habitación y ropa- se sentía la gente tan deprimida y agobiada????

Creo que es un mal de nuestro tiempo, y no sabría decirte por qué.

Me toca mucho más el dolor espiritual, como tu lo llamas, aunque te diré una cosa, porque lo conozco bien, no me gusta cuando la gente lo usa a la ligera, es decir, estoy depre y al dia siguiente como unas castañas..., me da mucho respeto el pozo, el pozo auténtico y real.

Si te fijas en los paises del tercer mundo, es donde ves las sonrisas más profundas y abiertas, aqui tenemos de todo, pero quizás nos falta lo fundamental.

Besos.

Pelusa, interesante post!

Me siento identificada con tu escrito; el "dolor de alma" del otro me duele también hasta poder llegar a hacerlo mío. Y sí, sí, soy consciente de que eso no es saludable, no es inteligente, pero aún no he encontrado la manera de "reajustarlo"...

Me cuesta. Me cuesta sobrellevar el sufrimiento del otro y permanecer inmune. Tengo comprobado que, en muchos casos, ese sufrimiento vá asociado a una soledad "mal llevada", a una necesidad de ser escuchados. Y si puedo, en la medida de lo posible y de lo que sé, me busco las formas para "estar", igual que me gustaría que lo hicieran conmigo.

En cuanto a lo que preguntas a cerca de si la depresión es un mal de esta época pues supongo que siempre habrá existido, pero es lógico que cuando las necesidades básicas están cubiertas (comida, techo y abrigo) nuestra cabecita dispone de más tiempo para funcionar... Ainsss.. ¡qué de tonterias y conocimientos poco prácticos nos enseñan desde que nacemos y qué poquito nos enseñan a cerca de cómo manejar nuestra mente de manera productiva!

pelusa escribió:

Pero amigo, cuando me hablas de que estás deprimido, que te han roto el corazón, que no tienes ilusión, que te quebraron las esperanzas, que te traicionaron... me llegas a lo hondo.

Hago mío tu dolor... me quita el sueño...trato de buscar soluciones...quisiera ayudarte... mejor aún, quisiera una varita mágica que hiciese que se disolviese tu pesar...
En mis oraciones, pido que vuelvas a sonreir...

Bonita parte, Pelusa, detras de este escrito seguro que se esconde una gran persona!

Qué buen post Pelusa, al leerlo he pensado inmediatamente que nunca a nadie nos ha dolido una pierna al ver la del vecino rota, pero sí hemos llorado amargamente las lágrimas y malestares emocionales de los que nos rodean, sintiendo ese dolor como nuestro...empatía lo llaman, y eso sólo es espiritual

El dolor ajeno siempre conmueve, pero mucho mucho más ese dolor del alma, ante el que normalmente nos sentimos tán impotentes.

La mayoria de los dolores físicos tienen un tratamiento y una probable curación, tienen remedio tangible. Pero los dolores del alma, del espíritu, son a menudo inespecíficos, intangibles, y sientes la impotencia y la frustración de querer ayudar, muchas veces sin saber como hacerlo. Además con frecuencia los dolores psicológicos provocan dolores físicos.

Los dolores emocionales siempre han existido , pero no con la frecuencia con que hoy en día los encontramos, seguramente la mayoria derivados de nuestra forma de vida.
Ya no expresamos lo que sentimos, ni como nos sentimos, porque pensamos que son "nuestros problemas" y que a nadie le interesan, nos rodeamos de nuestra soledad acompañada, hasta que un día nos explota en plena conciencia de soledades.

Vivimos en nuestra propia burbúja, en un mundo de burbújas; por lo que difícilmente podemos ayudarnos los unos a los otros, aunque todos conozcamos el mal y sintamos empatia con el otro... pero a distancia.

La consulta del psicólogo, del terapeuta, del psiquiatra son el actual recurso; y después de vuelta a nuestro mundo particular, tratando de comprenderlo un poco mejor.

Ahora disfrutamos de más independencia, de más privacidad , pero ¿ Hemos ganado en calidad de vida ?

Ayyyy Pelusa, como me toca este tema. Muchas veces escribo de él, aunque casi ninguna me hago entender...jeje.
Lo que más rabia me da, es la IMPOTENCIA. Quedarte con las ganas de arrancarte un trocito de corazón para transplartarlo en el del ser amado. Quedarte con las ganas de ser lluvia para poder lavar las manchas que el dolor ha dejado en ese ser amado. Quedarte con las ganas de ser un Einstein del alma, o un Merlin de las emociones...incluso un Serrat de versos analgésicos....Todo eso para dar el jaque mate a la IMPOTENCIA.

Pan: tienes razón, el pozo auténtico dá pavor. En una lesión física puedes ver su evolución -o su involución- pero ante un sufrimiento invisible e intangible ¿cómo evaluar su intensidad? ¿dónde están los límites -comienzo y final?
Y tienes razón... dicen que en el tercer mundo... no tiene cabida la depresión...

Mirela: también coincido contigo en lo poco que se nos enseña a manejar la mente positiva y lo insistentes que podemos llegar a ser en ejercitar el pesimismo y la insatisfacción.
Otra cosa, me cohíbe que me llames "gran persona" y no es falsa modestia: soy como la mayoría -sí, estoy convencida de que somos mayoría- que nos condolemos con el dolor de nuestros semejantes.
Los "corazones duros"... pienso que son pocos... y por eso, cuando te encuentras con alguno... te chirría su actitud.

Sawedal: ¡es verdad, qué hospitalarios pueden llegar a ser los que menos tienen!
También coincido contigo en que ciertamente, en las sociedades rurales, existe más solidaridad y siempre hay un plato de comida para el necesitado.
Ahora... no es que se niege... es simplemente, que no se le vé... y si se le vé, se gira el cuello para el otro lado...
Prima el individualismo: primero yó, después yó... y siempre yó ... y encima, como bien dices, algunos desaprensivos, a costa de pisotear a todo el que se cruce en su camino.
Ah, "me olvidé de vivir", precioso tema... y muy cierto, desgracidamente...

Golondrina: prefiero mil veces una herida abierta en el cuerpo... que un roto -o simplemente, un descosido- en el alma.

Equis: yo estoy convencida de que no hemos ganado en calidad de vida. Más cómoda... sí. Más "vistosa"... sí. Mas larga... también. Pero en muchos aspectos -tal vez los más importantes-... creo que hemos perdido.

Fernanda: ante la impotencia, yo tengo un secreto.
Sssshhhh, ven, acerca el oído que te lo voy a revelar: donde no llegan mis gestos, ni mis palabras, ni las terapias... yo tengo la oración.
Hay quien lo criticará, y quien no lo comprenderá... pero créeme... yo me fío... y confío, porque he visto respuestas.
Te pongo un ejemplo: la semana pasada, una amiga de mi hija -24 años- estaba agobiada porque en el PET le habían detectado un nuevo "bultito" y eso que durante todo el pasado año, estuvo "bregando" con un cáncer... y le ganó la batalla.
Pues bien... mi gente se considera "agnóstica"... pero vienen y me dicen: Mamá, pídele a tu "amigo" que a tí te escucha...
...y me escuchó.
Es curioso cómo cuando no queda nada a lo que asirte... vuelves la mirada hacia arriba...

Pero ese sería otro post...igual que sobre el honor, como diche Sawedal...

SALUDOS... y gracias por compatir...

Es un hermoso tema que hace vibrar nuestro interior.

Pelusa

Citación :

Pero amigo, cuando me hablas de que estás
deprimido, que te han roto el corazón, que no tienes ilusión, que te
quebraron las esperanzas, que te traicionaron... me llegas a lo hondo.

La impotencia se apodera de nosotros ante estas situaciones, por la mente nos pasan ideas como llevarlos a nuestra casa, ....sabemos que no es posible, y eso nos hace sentir mal, ya que sólo podemos escucharles y poco mas.

Empatizar con ellos es un don, no todo el mundo puede hacerlo, comprender su dolor, escuchar sin hablar...

Pelusa, creo que eres fantastica, te lo digo desde lo hondo...

Claro que sí, Pelusa, yo también prefiero ver por ejemplo a mi hija con una pierna rota por tres sitios que deprimida.

Ah, y yo también rezo. Aunque tiene más linea directa mi madre, como tú...a la que todos le pedimos que transmita ella.

Un beso

Estoy de acuerdo en casi todo,solo que pondria como excepción una enfermedad grave de alguien querido,me provocaria más dolor que cualquiera emocional.
Hablando de dolores fisicos leves,sin duda (a mi) me crean más desasosiego e impotencia los emocionales.
Añado que muchos de estos problemas emocionales,hoy en dia se dan más porque se esta más pendiente de lo que tenemos que de lo que somos;esta es una asignatura pendiente de enseñar obligatoriamente en las escuelas.

Estoy de acuerdo contigo, pelusa, a mí me pasa lo mismo y creo que los dolores del alma son el mal del nuevo siglo. Con esto no quiero quitarle importante a otras enfermedades atroces físicas pero creo que la mente es una gran desconocida y nos quedamos mudos ante los males que no conocemos bien o para los que no tenemos medicinas o tiritas.

Saludos!