Navegando ....por la vida

Sé que a veces te cuesta -como a mí, no creas- levantar la vista por encima de los acontecimientos cotidianos, tu día a día! Pero ¿harías lo mismo si ,al fin, te dieras cuenta de que hacerlo es la única manera de perseguir y lograr tu felicidad? No lo dudes, ir navegando por la vida cotidiana tiene su mérito... pero tu satisfacción y felicidad personal depende de los momentos en que intentes buscar un sentido verdadero a todo lo que vives! No te olvides, busca estos momentos tuyos y no dejes pasar tu vida día a día, dejando para mañana lo que quizás deberías hacer hoy! Mañana no sabes si estarás ..por aquí........

A eso le llamo yo vivir el presente.
Y no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy.

A veces cuesta, pero es una buena fórmula para ser positivo en todo momento.

Un abrazo.

La vida es corta y como tal debemos vivirla al límite, gozarla al máximo, disfrutarla ya que cada segundo cuenta. la vida es corta o es larga lo importante es ser consciente que estomos en ella.Todo es más facil de lo que parece, un beso.
sam-do

Pues si, hay que navegar y coger las olas cada día.
Un abrazo.

Tienes razón laberinto. En ocasiones la vida se me asemeja al mar. Puede ofrecernos diferentes fases, desde un tiempo en calma, pasando por un estado moderado hasta un temporal huracanado. Te entiendo cuando dices que cuesta levantar la vista por encima de los acontecimientos. Lo peor es cuando es tanto lo que arrecia el temporal que nos sentimos diminutos, perdidos, casi sin esperanzas de poder y remontar los embates. Pero, ¿sabes?, debemos confiar en nuestra nave. Sostener el "timón con firmeza" y no quitar el ojo de la brújula. Seguro que haciéndolo conseguiremos llegar a buen puerto. ¡Ah! Una cosita, también coincido contigo en que el "mañana" no existe. Solo somos dueños de nuestros instantes. Lo demás es puera quimera. ¡Buen viaje y feliz arribada! Un saludo.

Pues sí, nadie tiene la partitura del concierto de su vida.

Hay que saborear cada momento y no estar siempre esperando grandes acontecimientos para ser feliz, porque mientras estos lleguen, o no, podemos no aprovechar pequeños instantes que habría merecido la pena disfrutar.