La naturaleza

Si la naturaleza tuviera tantas leyes como el estado,ni Dios podría regirla.
La naturaleza es una maestra incomparable
Nos empeñamos en poner barreras a la naturaleza.
Cuando la ocurre un fenómeno no habitual en el planeta la naturaleza se rebela.
En ella están la fuente de la vida, nace nuestro bienestar, que muchos ignoran.
La naturaleza siempre actúa con sus reglas.

Se construyen puentes donde no deben, casas, calles, no pasa nada cincuenta años y el día que sucede todos nos lamentamos, el progreso este desmedido se cree que no es culpable, cuando si lo es, por tentar las leyes naturales. Y el ser humano es tan malvado que también se dedica a quemar bosques y después nos quejamos.
Un bien que es la naturaleza, nadie quiere reconocerlo, o muchísimos la ignoran.

El ser humano cree saber de todo y en realidad es un ignorante de todo.

Edificamos en el curso de las aguas y luego, nos asombramos de que el agua se lo lleve todo por delante.

Si, para un montón de temas, nos falta un largo camino que recorrer.

No es que se crea saberlo todo, es que se deja guiar por la codicia y el enriquecimiento a corto plazo...asi somos

La naturaleza reclama lo suyo, y los humanos no tenemos arreglo

La raza humana somos demasiado soberbios, creemos que somos capaces de controlarlo todo. Si a eso le sumamos la codicia de quienes no reparan en destruir la naturaleza para su propio enriquecimiento, sin reparar en los riesgos que conllevan sus acciones, pues así suceden muchos desastres que nunca debieron suceder.

Pues sí, lo que pasa es que nosotros vivimos nada en comparación con la naturaleza, y lo que importa es ganar el dinero, total, cuando pase algo, ya no estaremos para verlo.

siempre que veo éste tipo de fotografía, no sabeis la pena que siento: veo un planeta precioso, perfecto en su sincronización, pero totalmente vulnerable en manos de desaprensivos...
y también observo cómo se rebela...
y la gente se queja y nos quejamos... pero siempre hay quien no se entera o no se quiere enterar...

El tema es cuando hay desgracias todos opinan que estaba en mal sitio, en lo que respecta a mi pueblo, pues nunca a ocurrido nada, pero algún día van a parecer canastas, porterías del pabellón a tres kilómetros, que esta al final de un barranco por mucho diques que tenga de contención. Esperemos que no ocurra.

¡Saludos, Merl!

Nuestra naturaleza humana es tan torpe... De pequeños aprendemos a no jugar con fuego, a no meter los dedos en el enchufe, y de mayores se nos olvida todo.

Los humanos más que torpe somos poco agradecidos por tener este preciado bien.