MIEDO

copiado de un blog (será ilegal copiar de un blogg ???, no lo sé) bueno, me arriesgo. Lo leí en la prensa... me gustó... me hizo pensar si efectivamente, por la condición de mujeres podemos tener miedos "añadidos"...


Miedo

01 FEB 2012 08:24



Martes, día 31, cuatro de la tarde. En la calle Joaquín Costa de Barcelona cada portal tiene su tienda o su bar, bocas de trasiego que permanecen abiertas todo el día y parte de la noche. Verdulerías paquistaníes, pequeños comercios de todo un poco, bares de modernos y universitarios, locutorios, barberos, versiones cool de trapería, un pulular de gentes, cajas, bicicletas y vagabundos, cada vez más seres andrajosos germinados de un tetrabrick ya seco. Gente, mucha gente.

Salgo de uno de los comercios con mi ordenador al hombro camino del local en el que trabajo, una esquina en la calle paralela, que fue hervidero de ideas culturales y es refugio de yonquis y proxenetas que llegaron del Este. De cualquier Este. En el quicio, un tipo joven me despide: “Adiós, guapa...”. Dicha en un susurro, su cortesía se convierte en saliva sucia. No lo miro, pero lo he visto, y lo sé porque cuatro calles más allá lo recupero a mi espalda reflejado en un escaparate. No tengas miedo, me digo, no pasa nada, me digo, hay mucha gente. Pero ahí está el temor agazapado y lo siento latir.

A medida que me acerco a la esquina pienso que tengo que abrir la persiana del local, que tengo que detenerme, abrir la persiana y entrar sola hasta el interruptor. Sin decidirlo exactamente, paso de largo y entro en el primer bar que encuentro. Por el rabillo del ojo veo al tipo rebasar la entrada y seguir de largo, sin mirar. Pido un cortado, ojeo el periódico y dejo pasar unos minutos maldiciendo tener que hacerlo.

Sucumbir al temor, dejar que cambie mi rumbo me eriza de rabia.

Pago y salgo. No miro pero veo que está en la esquina. Han pasado unos diez minutos, calculo, desde que entré en el bar. Lleva diez minutos, calculo, esperando a que salga. Calculo y me sudan las manos. Echo a andar sabiendo que tengo sólo una manzana para tomar la decisión: ¿Me paro y abro la persiana, descubriendo así mi sitio? ¿Me vuelvo a casa? ¿Busco un local con WiFi para trabajar? Y mientras lo pienso llego a la persiana. Noto que no tiemblo, pero que la ingravidez que siento al moverme es miedo ya definitivamente. MIEDO. Me agacho y abro la persiana sin mirar atrás. Cierro la puerta de cristal, llego hasta el interruptor y doy la luz. Me vuelvo de golpe. Nada. Nadie. Me late el corazón.

Mientras escribo esto me late el corazón y siento la humedad del miedo en las palmas de las manos. Si mirara, cosa que no pienso hacer, vería al tipo en la esquina opuesta, charlando animadamente con un par de vecinos que regentan el pequeño comercio indio donde compro la coca-cola de la mañana. No hace falta en estas calles mirar para ver.

Yo conozco este miedo. Si usted es hombre, puede decirme que también lo conoce, que le puede pasar a cualquiera y que si la vaca muge. No es cierto, si es hombre, usted este miedo no lo conoce.


SALUDOS

Pelusa, no creo que sea ilegal copiar de los blog, pero estaría bien poner el enlace

Lamentablemente conozco ese miedo. Miedo al desconocido, seguramente de otra cultura (los prejuicios siempre estan agazapados, aunque creamos que estamos libres de ellos) que camina unos pasos detrás de nosotros, en un lugar con poca gente, que camina hacia tu mismo portal... y aceleras el paso, pensando : "Ojalá el ascensor esté en el bajo"; si es así, entras rápido y presionas varias veces el botón, con nerviosismo y si no está, te haces la remolona en los buzones y si te ofrece subir con él en el ascensor, dices "No gracias"

He tenido varios episodios semejantes y en alguna ocasión, hasta salia de casa con un pequeño utensilio que pensaba podría protegerme. El miedo es muy libre, el miedo condiciona mucho y sí, creo que las mujeres somos más propensas a sufrir ese tipo de miedos.

En pocas ocasiones he sentido ese miedo, pero alguna sí.
Pero no al abrir, que siempre es de día, si no al cerrar por la noche, un martes cualquiera con la calle desierta a las 12, la 1, depende de como haya ido.

Pieno que sí, que somos más vulnerables. Luego ya depende de nuestro vagaje, educación etc el ser más valientes o no. Pero está claro que los sucesos están llenos de mujeres atacadas, pocas veces les sucede a los hombres.

El miedo es libre.
Hace años trabaje en un comercio y estaba sola.
Por aquel entonces habían habido una serie de robos en los comercios cercanos,total que un día entre un hombre bien vestido y buena presencia con un maletín de mano,me pide un par de regalos ,yo le recomiendo tal o cual y el sin rechistar los acepta.
A mi esto me puso la mosca detrás de la oreja,me extraño que no tuviera interés por la compra que hacia y cuando se acerca al mostrador para pagar,coloca el maletín encima y yo,que ya me había hecho mi película,(pensándome que me iba a sacar un arma) pegue tal grito,que el hombre aún debe de recordarlo ahora.
Pedí disculpas y la verdad él no le dio demasiada importancia,pero el susto por sugestión que me lleve ,fue mayúsculo.
Paso miedo cuando alguna noche he salido a cenar con amigas y llego tarde a casa,desde donde me deja el taxi,hasta que llego a mi casa,si no miedo,si respeto por andar sola ,incluso mi portería tiene unos recodos que piensa si podría haber allí alguien escondido.

Por cierto la C.Joaquim Costa es una calle con gran afluencia de emigración muy integrada y querida en la zona y allí es donde La Mala Mujer,cometió sus crímenes,por aquel entonces.

¡Qué bien descrito! ¡Ese miedo!

Hasta sentir un agujazo en el cerebro de terror ¡mi imaginación corre más que yo!

Una historia qe explica genial el miedo, porque el miedo es irracional, por tanto no podemos controlarlo ( a no ser que nos pongamos a tratar el problema)

El miedo, no he sentido este tipo de miedo, en realidad, yo solo he sentido miedo a cosas emocionales, internas...

Pues yo siempre fui más chula que un ocho y reivindicaba mi derecho de ir por dónde y cuándo yo quisiera, pero algunas malas experiencias, aunque no traumáticas, me hicieron cambiar de forma de pensar y ahora, para no llegar a sentir ese tipo de miedo, tomo precauciones.

Y es verdad que las mujeres tenemos más motivos por los que temer, pero yo creo que también los hombres, en determinados momentos, pasan lo suyo.

Yo he sido valiente, con 18 años de los de entoncer me fuí au-paire a Francia y recorri medio pays sola, no me he amedentraba por nada.
Ahora me he vuelto sino miedosa, prudente, y si salgo de noche, vuelvo en taxi a casa y dejo la puerta cerrada con la llave puesta al acostarme.

Yo no soy miedosa, ya me gustaría tener más respeto a las circunstancias, otro gallo me hubiera cantado. Lo tomo como llega y reacciono sacando uñas y dientes aunque luego cuando se me bajan las revoluciones se me doblen las piernas.

En realidad miedosa creo que no lo soy,también he sido muy decidida y por aquel entonces tampoco necesitaba de nadie para salir o entrar.
Pero claro esta que la vida te pone en guardia ante numerosas experiencias vividas o compartidas y poco a poco nos volvemos más precavidos e incluso miedosos.

yo también me he vuelto precavida.
cuando camino por la acera, tengo precaución de colgarme el bolso por el lado de la pared...cuando voy al mercadillo, no llevo dinero en la cartera -me lo reparto en los bolsillos delanteros- y procuro dejar en casa el dni
si vuelvo tarde, veinte ojos para que no se me escape ningún movimiento alrededor... cambio de acera al cruzarme con hombres solos...
cuando tengo que aparcar en un sitio donde hay niñatos "ociosos" cerca, procuro despistarlos para que no relacionen que acabo de dejar el coche y me estoy marchando...

en fin, son pequeñas cosas que he ido asimilando por percances vividos en primera persona o que me han llegada de otras-

Pero el texto terminaba diciendo que si eres hombre no entenderías ese miedo: realmente las mujeres somos presa fácil, somos más deseadas por lividinosos, somos más vulnerables por fragilidad física?

desgraciadamente, creo que sí.

SALUDOS

El MIEDO no evita que las cosas que tengan que pasar pasen.

Creo que la prudencia es buena consejera en lineas generales, pero el miedo nos impide disfrutar de la vida.

Si las mujeres necesitaramos la fuerza fisica la naturaleza no nos la negaria, en cambio somos más capaces de salir de situaciones dificiles sin usar la fuerza , la naturaleza nos doto de otras cualidades que bien pueden suplir a esta.INTUICION , RESOLUCIÖN, VOZ AGUDA( quien supera el chillido de una mujer ) es una buena arma ,HUMILDAD para pedir ayuda y sobre todo CORAJE.si vemos peligrar la vida de nuestro hijo ¿que no hariamos ? ..matar a mordiscos, o clavar las uñas en los ojos de quien fuera ! o dejarlo SORDO.

He salido airosa de situaciones dificiles , gracias a estas virtudes femeninas y sobre todo que no navegue por nuestra mente que somos DEBILES..soy mujer y solo por esa condición y por lo que se de la historia de las mujeres NUNCA me consideraré debil ante ningún GOLIAT ni ante la vida.

El problema es que la sociedad machista nos a vendido lo de que somos debiles, solo para vendernos su protección a cambio de rendirles pleitesia y tenernos sometidas.
el mayor error es confundir la sensibilidad con la debilidad , la sensibilidad es la mejor arma de una mujer ahi radica nuestra fuerza la misma que el JUNCO

Cross, estoy contigo en que tenemos otras -y muy buenas habilidades- peeero,físicamente somos más débiles, ejemplo, la mano de mi marido es como un abanico abierto y mi muñeca tiene la circunferencia del agujero de un donut...
con una guantá me mandaría tres metros a lo lejos...
en un cuerpo a cuerpo llevo las de perder...

SALUDOS

Hola Cross.
Es cierto que no nos tenemos que achicar ni acobardar frente a nadie,pero el miedo a la violencia es una lógica vital,de la cual con nuestras armas de mujer ha de ser difícil afrontar y sino que se lo digan a las miles de mujeres muertas por violencia de genero.
Saludos

Crosmary, yo creo que no podemos, no debemos, negar lo evidente; la fuerza de un hombre supera-en general-la de una mujer. Para mi eso no es debilidad, es tan solo una realidad con la que tenemos que contar. En ocasiones la astucia puede servirnos, de ahí que seamos más precavidas, pero en ocasiones no es suficiente. No creeras que los miles de mujeres violadas o muertas se han dejado hacer sin luchar por sus vidas.

Es importante conocer los puntos fuerte, pero más aún los débiles.

Tengo miedo al dolor, al sufrimiento, a que le pase algo a mi hijo y personas más queridas, pero intento no pensar en ello, sino, no viviría.

TITANIC haces bien en no pensar en ello, el miedo no evita que pase lo que tenga que pasar y lo que venga habra que afrontarlo cuando venga ,el sufrir a cuenta no tiene ningún sentido . Un beso grande.

PELUSA, ZYPYTY ; EQUIS: hablamos de fUERZA FISICA ?.

He conocido a mujeres de una gran complexión fisica golpeada por un alfeñique, que entre la borrachera que tenia casi de un empujón lo tirabas , pero el miedo hacia que la mujer se amilanara y se embolara como un gorrión en una jaula.

Si en los colegios desde niñas se nos dieran clases de artes marciales , defensa personal de manera obligatoria, podriamos enfrentarnos a cualquier hombre, porque la fuerza bruta no lo es todo.

Un besazo

crosmary escribió:

PELUSA, ZYPYTY ; EQUIS: hablamos de fUERZA FISICA ?.

He conocido a mujeres de una gran complexión fisica golpeada por un alfeñique, que entre la borrachera que tenia casi de un empujón lo tirabas , pero el miedo hacia que la mujer se amilanara y se embolara como un gorrión en una jaula.

Si en los colegios desde niñas se nos dieran clases de artes marciales , defensa personal de manera obligatoria, podriamos enfrentarnos a cualquier hombre, porque la fuerza bruta no lo es todo.

Un besazo

Sucede que esas mujeres, por más fuerza física que tengan, tienen su autoestima tan baja que no confian ni en su propia fuerza.
El primer maltrato no suele ser una bofetada, sino un maltrato psicológico, una anulación continua y perseverante de su personalidad y a la vez que el miedo va infiltrandose en su mente y ganando terreno es más que probable que, cuando haya conseguido amedrentarla, lleguen los golpes. Para entonces es más poderoso el miedo que su fuerza física.
No creo que ninguna mujer se deje pegar por nadie si confía en si misma.


Sí, estaría muy bien que en los colegios se enseñase defensa personal, pero sobre todo educación en la igualdad.

Me alegra leerte Cros.

Pienso como Equis, la baja autoestima, las hace pensar que son inferiores y no se atreven.

Aunque claro está, no me gustaría estar en esa situación, porque a saber he haríamos los demás.


Besos.