la ratita presumida

Una vez una ratita
barriendo la escalerita
un dinerito encontró
¡que suerte tengo! pensó

Como era muy presumida
le gustaba ir bien vestida
y ya empezó a cavilar
qué se podría comprar

¿compraría un delantal
o unas medias de cristal?
¿zapatos? ¿guantes quizás?
¿un bolso de plexiglás?

-Algo que me haga atrayente
por si sale un pretendiente
Ya sé -dijo al fín gozosa-
¡un lazo color de rosa!

Y saltando de alegría
entró en una mercería
y compró con la moneda,
tres palmos de fina seda.

¿dónde me lo pondré ahora?
Pues yo lo quiero llevar
para estar más seductora
y así poderme casar.

¿lucirá el lazo en el rabo?
no, no, que parezco un pavo.
¿en el talle? ¿en el cabello?
¡Se verá más en el cuello!

Y al verse en el espejito
tan mona con el lacito
pensó la muy pretenciosa:
¡encontraré maridito!

Pues al verme, por esposa
todos me van a querer,
y yo, entre tantos, dudosa,
al mejor podré escoger.

Y así fué, el pato la vió
y de ella se enamoró
y le dijo -¡rata hermosa!
¿quieres ser del pato, esosa?

¡Sí!, si me gusta tu voz.
-cuac, cuac, -dijo él, calmoso
¡uy, que ruído tan atroz!
¡pato! eres muy patoso
Yo quiere un marido airoso

Y otro día la vió el gallo,
¡de amor -dijo- por tí estallo
porque eres rata, tan fina,
más linda que una gallina!

Y tu canto ¿es melodioso?
óyelo Kiquiriquíiii!
Soy guapo y digno de tí
¡lo que eres es muy orgulloso!
No me gustas por esposo

Y luego encontró el perrito
-me gustas con tu lacito-
¿conmigo quieres vivir?
-tu voz antes debo oir.

Guau, guau -el perro ladró
¡no hay nadie mejor que yo!
-pues me pareces muy pillo
Lo prefiero aún más sencillo

Y lo halló más modestito
pues fué tras ella el cerdido:
-ruoc, ruoc -le roncó al oído-
¿me querrías por marido?

¡cómo me voy a casar
contigo, siendo tan fina!
me llamarían cochina.
Uf, qué ordinario y vulgar!

Y llegó también modesto
un asno, limpio y compuesto:
-si me quieres por esposo
seré un burro muy dichoso!

-Si es buena tu voz, quizá...
y el rebuznó -ah aah aaah
Tapándose los oídos
le dijo ella ¡vete ya!
¡Me asustas con tus berridos!

Por fin se lel acercó el gato
atrevido y sin recato
¡ratita mia, preciosa!
¡te adoro! ¡has de ser mi esposa!

¿puedo creer gato en tí?
mi voz, ratita, no miente:
miau, miauuuu maulló dulcemente.
Dime, ¿me querrás a mí?
y ella le contestó ¡sí!

Y se celebró la boda
con gran pompa y distintión
El gato a la última moda
sonreía muy socarrón

Y ella temblando toda
llena de amor e ilusión.
Detrás iban, apenados,
los que fueron rechazados

Ya solos en su pisito
la rata dijo:
¡ay gatito!
¿siempre me vas a querer?
-Verás, con éste besito
cómo te voy... a comer!!!!

La mordío y casi la mata
¡socorro! grito la rata
huyendo por la escalera
pues descubrió su maldad
(¡quería como una fiera
comérsela de verdad!)


Hace tiempo que quería hacer éste post. El cuento me lo sé casi de memoria... de tántas veces que lo leí de pequeñita.
La moraleja, es fácil verla... no fiarse del exterior...

Pero... lo que a mí me gusta del cuento es: encontrarme un doblón de 100 euros en la escalera, o en el bolsillo interior del abrigo que no me pongo del año la polca...
¿qué me compro? una fú... si piensas que es para buscar maridito, o para gustar al maridito...
me compro algo para gustarme yo... para disfrutarlo yó....
un libro (20 euros)... a ver... alguna crema... y algo de ropa chula...

ea!!!

Se admiten más moralejas eh??

de vuestros pretendientes: ¿ hubo algún cerdido, pato, burro... gatitooooo? -espero que nó-

SALUDOS NAVIDEÑOS

Más moraleja veo no sólo no fiarse del exterior, sino ser tan superficial como no tener en cuenta el interior...

Jo, si me encuentro yo un billetito en el abrigo de 100 euros, ¡creería en los reyes magos de verdad! Los más grandes que he tenido han sido de 50...

Pero vamos, que me daría una cena con mi maridito de put amadre.

¡ Qué ilusión recordar este cuento, la de veeeeeeeeeeeces que se lo habré contado a mis niños! (No es por darmelas, pero lo bordaba )

Pues sí, le está bien merecido a la ratita, por fijarse más en el exterior que en el interior .
Y no, yo no he sido nunca ratita, que si presumida, y siempre me han importado las personas por lo que son, no por lo que aparentan o tienen.

¿Si me encontrara 100 euros en un bolsillo? Eso sería milagro :meo : :meo : :meo :
y algún caprichito me daria, pero seguro que sería compartido (así es una, que le vamos a hacer)

Un beso.

pelusaaaaaaaaaaaaaa!



Es increible. Sabes? ese era uno de los cuentos que mi padre me contaba, de principio a fin, haciendo las voces de todos los animales (incluido la ratita, jaja). Qué emoción.

Con razón a mi los gatos me dan yuyu


:meo : :meo :

Me encanta este cuento, mi madre me lo explicaba genial.

Tiene varias moralejas, yo me quedo con la de valorar demasiado el exterior.

Encontrarse dinero..buffff, alguna vez me ha pasado y menudo subidon de alegría, luego me lo he gastado vete tu a saber en que, pero el momento de encontrarlo es una pasada.

Besos