De la Navidad y su fragilidad

La Navidad, a menudo se sostiene por pilares de cristal. A base de tanto machacar, de tanto repetirnos eso de repartir amor y regalos (sobretodo los regalos!), de no dejarnos ver más allá de nuestras narices con tanta lucecita de color. El señor gordo vestido de rojo y su jo,jo,jo. El bombardeo de perfumes en la tele que no se sabe si van dirigidos a adictos al sexo, a tontos del culo o a idiotas integrales, hasta que llega un momento en el que tod@s, en mayor o menor grado, entramos en la rueda girando y girando como hamsters, en su mundo entre barrotes.

Inmersos en ese ir y venir de compras, preparativos, trajes, cenas, besos abrazos (y sucédaneos de éstos), en un instante el mundo se detiene. La rueda se para, despertamos y la Navidad se quiebra. Por una frase, por una mirada, por un recuerdo, por una palabra no pronunciada, por otra esperada en vano, por una añoranza, por cualquier detalle que en otro momento puede pasar inadvertido, en estos momentos de felicidad obligada, nos apaga las luces, se nos quita el hambre, llegamos a sentir desconocidos a algunas personas que tenemos al lado. Los pilares de cristal se hacen añicos, lo mismo que todas las esperanzas mal puestas en unas fiestas que no dejan de ser otro día más en el calendario.

De la misma manera, a veces la moneda gira. Y cuando tu Navidad se quiebra, va y aparece alguien haciéndola brillar más que el sol. Puede ser una hermana mayor, una sonrisa que te persigue, una palabra de un desconocido, una sorpresa inesperada. Es entonces cuando la Navidad resplandece. La auténtica Navidad, esa que se manifiesta cualquier día en nuestras vidas, aunque no sea 25 de Diciembre.

Ole, ole, y ole ¡qué bien dicho!

Un beso Pan...

Espero que te llegue al sitio de donde salió..

La navidad es celebrar el nacimiento de Jesus, la alegria, jubilo, esto es el significado para los creyentes verdaderos, el resto, cumplir tramites familiares, el consumo sinceramente veo mucho gasto, soy el menos indicado para criticar esto, vivo del consumo de la navidad gran parte del año, si no consumimos puedo ir a engrosar las filas del paro, el consumo lleva gasto en los hogares, el consumo aporta puesto de trabajo, es lo mismo de siempre.
El espititu navideño, siempre he dicho el año tiene 365 dias, todos debemos de comportarnos lo más hunamente posible dentro de nuestros defectos como seres humanos.
A mi me daba pena sea el día que sea gente que no tenga donde dormir, comer, no porque sea navidad tengo que tener el corazón más blando, siento tristeza por aquellos mayores que estan todo el día Residencia, vivo justamente enfrente de una de ellas y verlos los días soleados como pasean por el patio ausentes a todo, unos con andadores, otros cogidos de las auxiliares, otros sentados en una silla sin saber donde estan por culpa del maldito alzeimer, esto me da pena todo el año porque lo veo, si algunos de sus familiares ni van verlos, digo porque conozco estos casos, hijos enfrentados por este tema, llega las fechas señaladas de las que hablamos siguen imersos en su soledad.
Navidades donde mucha gente tiene que hacer buena cara ante familiares que se odian, nunca entendere esta falsedad....la navidad lleva consigo mucha falsedad en las relaciones humanas.

PAN, TIENES TODA LA RAZON

UN SALUDO

A veces cuesta ir contracorriente, pero sólo depende de nosotros mismos el sentir y celebrar las fiestas como realmente nos apetece.

Es verdad que con la familia, algunas veces hay que hacer de tripas corazón, pero con el resto; regalos, comidas, adornos... nadie nos obliga a pasar por el aro y ya vamos siendo mayorcitos como para dejarnos arrastrar por las costumbres que van en contra de nuestros princípios.

Yo siempre digo que la Navidad, o cualquier día del año, un@ debería poder pasarlo con quien quiere, no con quien debe. Pero en las fiestas, sobretodo las navideñas, parece que tenemos que forzarnos a juntarnos con personas que a lo mejor, bajo ningún concepto, quisierámos ver ni por asomo.
La Navidad ya no es lo que era, celebrar el nacimiento de Jesús para los cristianos, y esperar aquel pequeño regalo con mucha ilusión el día de Reyes, porque era el único juguete que probablemente te compraban en todo el año. La Navidad se ha convertido en un mero consumismo, una incitación a "tire usted la casa por la ventana", que no me parece lógico, más bien todo lo contrario.
Tengo muy bien aprendida la lección, de que se puede pasar una Navidad excelente, comiendo un bocata debajo de un árbol con buenos amigos, no necesito perfumes, ni relojes, ni bombones para ser feliz, y sentirme relajada y en paz.
Paz, eso es lo que os deseo.
Un abrazo Pan, no sabes cuanto te comprendo.