Anhelar menos, gozar más

Anhelar menos, gozar más



Los deseos constituyen el motor de nuestra existencia, pero también pueden convertirse en una trampa que ahogue nuestra libertad. Analizarlos nos hará observarlos desde otra perspectiva

Volver a lo esencial
En la sociedad actual, estamos acostumbrados a tener cosas en lugar de dejarnos ser. La cultura occidental basa la valía de las personas en su capacidad adquisitiva. Así, cuando ponemos el sentido de nuestra existencia solo en lo que queremos llegar a ser profesionalmente, en las propiedades que podemos llegar a tener o en conseguir un físico concreto, nos vemos abocados a renunciar a partes importantes de nosotros mismos o esconderlas.
Esto nos hace gastar mucha energía para que no salgan a la luz las partes de nosotros que no queremos ser. Cuando actuamos de este modo, nos olvidamos de que, por el hecho de ser, ya tenemos valor. Y si nos dejáramos bastante más en paz de lo que hacemos normalmente, nos sentiríamos mejor con nosotros mismos y, seguramente, seríamos más felicites.....

Se me ocurre una frase muy conocida para apuntar lo que dices Tinita: No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.

Un abrazo

Estamos tan acostumbrados a ver y admirar lo que otros tienen, que no ponemos atención a lo que poseemos.
A ver que os parece este cuento


Se vende casa



Un señor se encontró cierto día en la calle a su amigo el gran poeta Olavo Bilac y le dijo:

- Sr. Bilac, necesito vender mi casa, que Ud. bien conoce. ¿Podría redactar el aviso para el diario?

Olavo Bilac tomó lápiz y papel y escribió:

"Se vende encantadora propiedad, donde cantan los pájaros al amanecer en las extensas arboledas, rodeado por las cristalinas aguas de un lindo riachuelo. La casa, bañada por el sol naciente, ofrece la sombra tranquila de las tardes en la terraza."

Nos quejamos de vicio????

estamos chalaos... y yo la primera.
Atascos para llegar a los centros comerciales. He tenido que aparcar en el sótano4 del C. Inglés... sienes y sienes de gente por tos lados.
gozar... no sé si gozaremos pero gastar... ufff

todos los años igual. Tengo comprados los reyes para todo el mundo y como una gilipuerta, quiero añadir cosillas -todo me parece poco- y me meto en las bullas.

encima, os cuento un secreto: andaba un poco tristona, por un percance que le pasó el fin de año a mi hija, que se le cayó el bolsito sin darse cuenta -mío, de fiesta, monísimo- y quien lo cogiese, pues se lo agenció, con lo cual, ha perdido el bolsito, el móvil, 50 euros... y las llaves del coche.
Ayer fue un coñazo, porque la llave de repuesto no le giraba -esa puerta sufrió un percance hace tiempo y se vé que no repararon bien la cerradura- con lo cual... hemos tenido que fracturarle el cristal pequeñito para acceder a la manilla... lo que os digo, un cabreo de mil demonios...
a lo que iba, que andaba tristona... y pensé que perderme en un centro comercial me animaría... y así ha sido, por lo menos, el tiempo que he pasado allí, he estado muy distraída... así que el anhelo al que te refieres, al menos hoy para mí, ha sido el querer adquirir cosas y además, el de dejarme envolver por la marea.

De pena, vamos...

sorry por el latazo.

SALUDOS

Totalmente de acuerdo con el planteamiento. Creo que es una problema de grupo. Individualmente sabemos que lo que tiene valor son las personas, no las cosas, pero por desgracia, muy poca gente es capaz de desoír la opinión de los demás y conseguir que no le afecte lo más mínimo. Yo, particularmente, creo que soy excesivamente influenciable en un afán por sentirme querida, o, como mínimo, aceptada, y es una mierda! Afortunadamente no he llegado al punto de traicionar mis principios por seguir a la masa pero ese punto me ha costado la soledad no buscada muchas veces y la ansiedad. Por eso, sí, intentemos anhelar menos y gozar más, ayudémonos a mentalizarnos entre nosotros.

Un besito.