La generación sándwich

¿Qué es la generación sándwich? Somos la generación, entre 30 a 60 años o incluso más, que tenemos a nuestro cargo, simultáneamente, a nuestros padres y a nuestros hijos, y al mismo tiempo mantenemos una actividad profesional.

Afrontar esta situación no siempre es fácil, pues supone una importante carga emocional, que a veces choca con la necesidad de disponer tiempo libre para nosotros y del desarrollo de nuestros propios intereses.


Enmarcada entre una paternidad de gran longevidad y una filiación de extensa juventud se encuentra la llamada generación sándwich. La longevidad y la juventud son dos conquistas de la humanidad: nunca había sido tan probable la supervivencia de tres o más generaciones en un mismo periodo histórico. Estos fenómenos suponen una ganancia en tiempo para vivir y en tiempo para la experimentación y el aprendizaje. Sin embargo, si se transforma la longevidad en envejecimiento y la juventud en dependencia, las conquistas se convierten en inconvenientes.

Los avances médicos y el sistema público de pensiones han mejorado la autonomía personal y la independencia financiera de las personas mayores: sólo a edades muy adelantadas la salud se resiente gravemente. Es decir, la imagen de una generación que se pasa la vida cuidando de unos padres en estado de salud lamentable es falsa. La pérdida de autonomía se va retrasando progresivamente en el ciclo vital, pero no se consigue recortar este periodo como sería deseable. Con todo, podemos replantearnos quién se hace cargo.

Al hablar de la generación sándwich consideramos que son los hijos, y muy en particular las hijas, quienes tienen que asumirlo, recibiendo subvenciones públicas dentro del marco de la ley de la Dependencia. Este panorama sitúa la sociedad en un régimen de bienestar conservador, en el que las familias son las principales responsables del bienestar de sus miembros, con un papel secundario del Estado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los adultos actuales han tenido una fecundidad mucho más reducida que las anteriores: de hecho, una de cada cinco personas nacidas en los años sesenta no tendrá hijos.

La otra parte de la generación sándwich es la juventud que se mantiene en posición de hijo o hija dependiente. En las sociedades del sur de Europa la juventud se encuentra completamente a cargo de la familia, que no recibe ninguna ayuda por parte de los poderes públicos. Esta dimensión de cuidar de los jóvenes durante un largo periodo constituye una de las presiones más difíciles de digerir, en especial en momentos de reducción general de recursos.

El futuro próximo seguirá exigiendo a las familias con hijos este esfuerzo, incluso lo incrementará al aumentar el copago en educación y sanidad. Esta tendencia es clara para unos poderes públicos que se permiten insinuar que se podría retirar la cobertura sanitaria a quien con más de 26 años no haya cotizado.


¿Se pueden atender adecuadamente a los abuelos? ¿Cómo se compaginan las responsabilidades familiares cuando no se reside en la misma población?¿Qué ocurre cuando la propia generación sándwich entra en la generación de mayores? Las preguntas son incontables y las respuestas difíciles de encontrar. Algunas de las consecuencias directas de estas circunstancias son comprensiblemente el estrés, el ineludible cambio de papeles familiares, la sobrecarga emocional, o el debate sobre quién asume la responsabilidad del cuidado de los mayores. Muchos adultos viven con culpabilidad y frustración esta situación, puesto que aún cuando lo intentan, no llegan a todo. Y la sensación es de no hacer nunca lo suficiente.


http://www.lavanguardia.com/opinion/temas-de-debate/20120722/54327491413/la-generacion-sandwich.html

Cuántas vueltas le damos al gato ¿no?

Percibo en este artículo unos valores, no inventados por ellos, sino que reflejan la sociedad en la que vivimos: el hedonismo, la autorrealización. Y la autorrealización y tener horas enteras para contemplarnos el ombligo y encontrar el sentido a la vida sólo se puede hacer cuando uno tiene todas las facetas básicas cubiertas: alimentación, cobijo, cariño, autoestima....
Por definición faltando lo básico, no vamos a tener tiempo ni de quejarnos...

Más que generación sandwich, lo que somos y vamos a ser, es unos desgraciados.

Porque hemos conocido todo lo bueno, y ahora tenemos que acostumbrarnos a vivir con menos pese a trabajar más, por unos y por otros además.

Mi abuela (y las de todos) pasaron una guerra, unos en unas condiciones, otros en otras. Vivieron 3 hijos con sus respectivas parejas, y algunos ya con bebés, en la casa paterna (enana) tras la guerra hasta que se pudieron ir independizando cada uno a su casa, lo recuerda como algo muy estresante, pero jamás hubiera utilizado esa frase, la mujer. Ella solo decía que "el casado, casa quiere"

Todo lo que nos contaba carecía de queja, o excesiva declaración de sufrimiento, quiero decir, que quizá lo que más falta nos hace, y nos va a hacer, son grandes dosis de aguante y estoicismo, y fuerza para cambiar y recuperar los derechos que muchos, hemos conocido por nacimiento.

En lo que a mi respecta, he cuidado de mi familia, de mis padres, me preocupo de mis nietos, y pienso que la generación del sándwich, se acaba con las que tenemos mi edad.

Bueno, uno de los panes del sanwich ha existido siempre: a las mujeres les tocaba cuidar a los mayores, bien los suyos propios o los del socio y en peores condiciones que ahora.

una vecina, que andará sobre los 80 me contaba que su juventud la había pasado cuidando de familiares mayores, primero sus padres, una tía soltera y cuando se casó, cuidó de sus suegros. Se quejaba de no haber disfrutada nada de la vida...

Cuando yo era pequeña, ibámos todos los veranos al pueblo y veía cómo mi prima, de solo unos mayor mayor que yo, se pasaba el tiempo lavando a mano en la pila, sábanas, pijamas, mantas etc... del abuelo (en esa época no había pañales ni camas articuladas ni demás accesorios que hacen menos complicado todo).

Yo no me puedo quejar porque por circunstancias varias no he tenido que bregar con mayores (solo con mi padre, el año que estuvo en casa después de darle el derrame cerebral)
pero conozco a muchas de mi generación que ahora les está sobrepasando el cuidado de uno o de ambos padres...

El otro pan del sanchich es verdad que nos íbamos pronto de casa (yo, a los 22 años ya vivía independiente) y ahora por las circunstancias, los seguimos teniendo de okupas

Pues yo, como siempre, no entro en las estadísticas ni el prototipo de esa generación.

Mi padre murió relativamente joven y le cuidó mi madre. Ella nos estuvo cuidando hasta un mes antes de morir (mis hijos iban a comer a su casa cuando salían del cole, del insti y de la uni) Solo queda mi suegra; ayer cumplió 85 y está como una rosa, vive sola. Y mis hijos mucho antes de los 30 salieron de casa.

Ah y cuando nosotros teníamos 50, fuimos afortunados con sendos ERES de los de antes, de los que se "pillaba" indemnización, subvenciones y jubilaciones "precoces".

Entiendo que hemos sido privilegiados. Los de aquí en adelante no van a tener tanta suerte.

Aunque estoy preparada y asumo que mi situación puede cambiar. Los trabajos de mis hijos pueden fallar y el agujero en la Caja de las Pensiones puede hacer estragos en cualquier momento.

Me siento "la chicha" del sandwich.

Como bien dices, Pelusa, casi siempre han sido las mujeres las encargadas de cuidar de sus mayores y en peores condiciones "técnicas" que ahora. Pero también es cierto que la mujer mayoritariamente no trabajaba fuera de su casa, que solía tener a los padres cerca o viviendo en la misma casa, con lo que hasta que se hacían dependientes o muy mayores les echaban una mano, que los hijos se emancipaban mucho antes de lo que ahora lo hacen.

Ahora nos encontramos también con muchas dificultades. Por un lado la gran mayoría trabajamos fuera de casa, las distancias (sobre todo en las grandes capitales) de la casa familiar a la de los padres suele ser grande, las enfermedades gracias a los avances hospitalarios suelen ser de larga duración. Y por si fuera poco, tenemos a nuestros hijos, a los que hemos acostumbrado, en general, a ser muy demandantes y poco colaboradores.

Mi suegro falleció pronto, pero debido a su enfermedad, demandó mucha atención. Mi suegra ni os cuento, casi acaba con nuestra integridad mental. Mis padres tienen mucha edad, viven solos y se manejan bien, pero día a día veo como van mermando sus facultades y yo vivo demasiado lejos para poder verlos a diario; empiezo a vislumbrar problemas en el horizonte. Mi hijo se emancipó pronto, pero mi hija aún vive con nosotros .

Yo creo que nuestra generación, la generación sándwich, tenemos un futuro de "residencias" o quizás de soledades y privaciones, tal y como se está poniendo la sociedad; tal vez porque nuestros hijos tengan la suerte de trabajar muchas horas para poder pagar sus "comodidades" o porque hayan tenído que salir fuera para poder permitirse vivir en condiciones. No veo que vayamos a tener un futuro demasiado prometedor.

Mencita, sin duda, hoy por hoy eres una privilegiada; no sé si los demás llegaremos a cobrar jubilación.

Tengo claro, que acabaré en una Residencia, por eso estoy en contacto con un grupo de amigos que han formado una Asociación que se llama " Housekide"


Housekide (del inglés HOUSE = casa + euskera KIDE = compañero) es el nombre con que hemos bautizado al proyecto de cohousing, co-vivienda o hábitat compartido, que estamos creando en Donostia un grupo de mayores (entre 50 y 70) dispuestos a encarar "el último tercio de la vida" de manera autogestionada, cooperativa y parcialmente compartida, por lo menos en cuanto a la vivienda se refiere.
Somos aldededor de 25 "unidades", personas sólas y parejas, que nos unimos para construir un conjunto de viviendas de uso privado y espacios comunes de la manera más cooperativa, compartida y sostenible posible. Vamos dando pasos que se verán reflejados en esta web.

Tomando como modelo el hábitat compartido que en los países del Norte de Europa, de América y otros se llama cohousing, elegimos vivir de manera que cada uno tenga su (pequeña) vivienda de uso privado, junto a las de los demás del grupo y compartamos unos espacios y unos servicios comunes.





Nuestro proyecto es urbano y donostiarra. Vivimos en la ciudad y somos bastante urbanitas. Algunos de nosotros adoramos la naturaleza y el aire libre, pero no para vivir de manera permanente, renunciando a la vida social y los servicios que ofrece la ciudad.
Nos parece importante no alejarnos de un centro poblado de gente y que pone a nuestra disposición los servicios comerciales, culturales, de entretenimiento , da transportes y de salud, que se van a ir haciendo más necesarios cuanto mayores nos hagamos.


Además solo viviendo entre calles, y mezclados con gente de todas las edades podemos evitar el peligro de que nuestro cohousing se parezca a un geriátrico.

Nuestro proyecto excluye toda posibilidad de lucro o especulación y quiere ser un referente social de vivienda cooperativa y sostenible.

Estamos estudiando la mejor fórmula para garantizar que el cohousing cumpla la función de ofrecer una vivienda adecuada a las necesidades de la gente mayor que acepta compartir una parte de su vida y asume la gestión conjunta del proyecto

En Benidorm había hace años una ciudad de similares características. Lo digo por si quieres seguir compartiendo tus días entre un clima y otro.

Y ya veo Contra que tu amiga tambien te ha hecho "tu" muñeco. Muy guapo, casi tanto como la modelo.

Hace tiempo que vi un reportaje en la tele, supongo que sería en Benidorm, como dice Mencita. Me pareció una idea genial, pero aún siendo una cooperativa, a nivel económico era prohibitiva. Claro, siempre puedes vender tu piso y alguna propiedad, si la tienes, pero nadie te garantiza el tiempo de vida y si terminas con tus ahorros antes que con tu vida, ¿qué haces en ese caso?

en Gibraltar tengo entendido que hay un lugar así... me lo comentaron y me pareció estupendo.

Mencita, te envidio... a mi Rajoy me lo está poniendo cada vez más lejos vamos, que me da la impresión de que nunca voy a llegar a jubilarme en buenas condiciones

y respecto a las pensiones, uf, no quiero ni pensarlo!!!

Mencita escribió:

Y ya veo Contra que tu amiga tambien te ha hecho "tu" muñeco. Muy guapo, casi tanto como la modelo.

Ha quedado muy salada, se me parece.

En mi caso,pasé por la etapa sándwich más o menos unos 10 años.
No fué por mis padres,pues él, murio joven, aún no me había casado y mi madre más mayor pero no necesitó cuidados especiales.
La pasé con mis suegros,al ser él hijo único nos tocó todo el fragor de la vejez.
Sobretodo con ella que murió con una demencia senil,fué durillo.(ambos cerca de los 90 años).
Por fortuna la última etapa y la peor,mis hijos ya habían volado pues también lo hicieron muy jovenes.

Hoy por hoy con la pensión y los recursos acumulados en 46 años de trabajo ,podemos darnos por satisfechos tal como está el panorama.
Mis hijos ,creo que tienen "caracter" para afrontar visicitudes varias que puedan surgir.

Mejor la original

Pues no se si soy un bocadillo pero he cuidado a mucha gente de mi familia y porque me salió del corazón , seguía trabjando etc etc...

Yo ya no se a que generación pertenezco, pero lo único que se que no paro de cuidar gente. Mucho no voy a decir porque no da para el foro general…Pero gente bien pegadita a mí y por los resultados que tengo, o ellos terminan o termino yo. La edad y el físico, no da para tanto. De ahí ese vaivén en mis participaciones. Salgo todos los días, pero no a pasear, ni viajar como hace años atrás, sino hacer trámites a las Obras Sociales, o a cuidar a alguien, que la vida se le partió por la mitad a los 58 años, hace dos meses, agregado a los problemas de salud que también vengo arrastrando en mi casa…Contar con los hijos imposible, a pesar que son buenísimas, como dicen ellas, tienen una vida, trabajo, hijos, maridos y vacaciones. Es lo justo y les corresponde…Queria salltear este foro, porque ya que lo vivo, no tengo ganas de hablar de ello. Pero después dije porque no? No me estoy victimizando, las cosas vienen y son así. Lo bueno es que no me hizo endurecer, todavía puedo prodigar ternura y calidez...

Chaveli, por qué te iba a endurecer, mujer? ... yo creo que de estas "pruebas" se sale más humano y más empático con el dolor ajeno. Por supuesto que prodigas ternura y calidez, con ese corazón tan grande que tienes...

ya sabemos que las cacas, las babas y demás... de un anciano no es lo mismo que las de un pequeñín... pero sólo con que podamos devolver un mínimo de lo que ellos hicieron por nosotros....

Hija, Chaveli, qué mejor sitio para compartir que aquí?

Besitos

Chaveli, eres una mujer generosa, empatica, alegre y lo demuestras día a día.
Yo reconozco que me he endurecido con los años, y por las circunstancias tan duras que he vivido, pero a la vez me ha hecho mas fuerte, creo que es supervivencia, no hay otra que afrontar lo que se nos presenta lo mejor que podamos

Me da tanta pena esta generación. A unos no le quedan mas remedio pero otros buscan la manera de vivir asi de esa manera y es penoso.

Guapas gracias por aguantarse el discurso !!! Pero fue un día especial, con un foro que supo sin quererlo destapar lo que yo mismo trato de ignorar. Esto empezó aquí y queda aquí. No va ser tema recurrente. Todavía hay muy dentro mío una buena porción de ilusiones que en cualquier momento, se abrirán esas puertas y la Isabel de antes tendrá su oportunidad de ser feliz. Ala,,,Ala...Ala que aquí no ha pasado nada. Besotes para todas y buen comienzo de semana !!!

La ilusión, como las esperanzas, son lo último que debemos perder. Seguro que las puertas volverán a abrirse, Chaveli.
En España decimos que no hay mal que cien años dure, asi es que ya queda menos para que lo consigas

Hola chaveli,no sé si te salude,pues lo hago ahora.
Quizás aqui encuentres una válvula de desahogo,estamos para compartir y recuerda que "Dios aprieta pero no ahoga"

Gracias Equis y Zypyty !!! Todo se irá arreglando...en cuanto a tí Zipy, si me saludastes dos veces mejor. Besotes para ambas !!!