Discutimos cuando nos escudamos bajo mil argumentos convertidos en excusa para no hablar de nuestros sentimientos. Solo lograremos el diálogo cuando seamos sinceros con lo que sentimos.
Volveré a hablar las cosas contigo si...
..No me desbordas con interminables argumentaciones ni descalificas sistemáticamente mis opiniones.
...dejas de esconderte detrás de razonamientos y me hablas abiertamente y con sinceridad de tus sentimientos.
... me dejas espacio para contarte lo que yo siento; y si no lo tengo claro, me ayudas a descubrirlo.
...aceptas que los sentimientos son siempre legítimos y, por tanto, induscutibles y, por ello ni los niegas ni los juzgas, negativamente.
...no quieres tener siempre tú la última palabra, ni vives como una decepción el que no hagamos lo que has propuesto.
...aceptas que, tras el aparente desacuerdo, hay una gran oportunidad de comprender, aceptarnos como somos y queremos.
Ferran Ramon-Cortés