Anónimos conocidos

Navegando por la red, buscando información, entretenimiento, imágenes, una lista interminable que te va llevando a páginas, donde encuentras más de lo esperado, otro enlace que te llama la atención, y así la cadena se va extendiendo más y más.
De esta manera, vas descubriendo blogs, lugares privadamente públicos en los que entras por primera vez. Te interesan o los deshechas nada más entrar. Y así empieza tu lista.

Empiezas a crear en "Tus favoritos" una lista de blogs encontrados por azar, o porque una búsqueda en concreto te ha hecho llegar a ellos. Es tu lista. Empiezas a frecuentarlos, al principio más asiduamente, para ponerte al día, luego según tu tiempo te lo permite. Los hay de todo tipo, de informacion, literatura, privados, informática..., un mundo inmenso para compartir.

Frecuentas esos espacios de personas que no conoces, y seguramente jamás conocerás más allá de tu ventana virtual. Algunos llaman tu atención, y además de seguirlos te pones en contacto, y te das cuenta de que hay mucha gente que anonimamente y sin ningún motivo, comparte libremente sus conocimientos contigo, "pierde su tiempo" sin pedir nada a cambio, sin esperar nada. Es realmente gratificante. Algunos blogs, de carácter privado, son tan sumamente íntimos, que pasas de puntillas sin atreverte ni a dejar un comentario, aún sabiendo que si son públicos no les importaría, pero el grado de intimidad que transmiten, hacen que quieras mantenerte al margen. Otros, divertidos, sobre la vida, noticias, libros, todos ellos te alegran la vida, haciéndote pasar un buen rato delante del ordenador.

Luego están los blogs de los amig@s. Aquellos para los que tu entres, es un honor especial, y para ti, dejar tu rastro en ellos. Y ellos te dejan un guiño, cuando comprueban que hoy, o la otra noche, pasaste por allí.

Me gusta este mundo de anónimos conocidos que se ha creado en la Red. Me gusta descubrir gente tan dispar y tan afín. Y me gusta que algunos se queden en anónimos para siempre, sin dejar por ello de disfrutarlos, y que de vez en cuando, la vida me regale alguna que otra sorpresa acercándome a alguien si no fuera por el azar y este mundo infinito de Internet, seguramente, no hubiera conocido jamás.

Esto no son más que unos pensamientos sobre mi experiencia en el mundo de los blogs.

Buenos dias Pan, lo cierto es que yo lo hice durante un tiempo y encontré preciosos blogs, pero llevo tiempo sólo visitando los de amigos, que como tu bien dices, es como un guíño.

Internet puede ser un lugar para aprender, si eso es lo que queremos, pero es un mundo ilimitado, que hay cabida para todo y que puede satisfacer infinidad de espectativas.

Espero un guiño...

¿Sabeis?

Alguien hoy, se ofreció a "perder su tiempo" conmigo cuando me anime a hacer el mío propio.

Quién nos iba a decir que en esta era, con aparentemente tantas fallas, ibamos y nos iban a poder tocar el corazón con tanta facilidad desde puntos kilométricos tan dispares.

Y es que el teletransporte existe...solo basta meter la contraseña y ya estás...

Pan de Ángel:

Has puesto en evidencia algo que me hace "perder" (que no ls pierdo, porque aprendo o me entero de mucho, aunque no sea lo que busco en el momento) horas y horas en la red cuando, por buscar imágenes o detalles específicos, comienzo a dar con blogs y sitios de toda clase como bien has expresado, pero me "enganchan" algunos que tienen un muy esmerado trabajo de información o reflexión que, en ocasiones, hasta me llevan a cuestionarme si tiene sentido que yo continúe con Centáurea.

Internet es un mundo aún más amplio que el real en algunos aspectos, ya que no posee las limitaciones físicas de las distancias, a pesar de que también tiene paredes y hasta bunkers donde sólo entran "elegidos" (autorizados desde dentro). Pero donde muchos se muestran en sus diferentes facetas individuales permitiéndonos omitir muchos detalles convencionales como presentación y entrar en confianza para poder asomarnos.

Por otra parte, se puede encontrar material valiosísimo a nivel cutural (por supuesto que abunda más la "basura" ideológica o informaciones distorsionadas) como me pasó de hallar bocetos de Da Vinci, tener copias de imágenes o explicaciones del más alto nivel académico o profesional que, sin internet, me sería imposible de acceder por costos, requisitos y sobre todo tiempo material para traslados y conciliar horarios.

Gracias a la internet, tanto mis investigaciones personales por un lado, como las de mi padre (experto él en simbolos de religiones y culturas antiguas, esotéricos incluidos) han avanzado muchísimo. No diré que hemos duplicado material, pero sí corroborado muchas cosas y corregido otras, además de sumar elementos que, para nosotros, son como el oro.

A veces creo que navegando y participando por internet, en menos de diez años, he adquirido casi tantos conocimientos o informaciones útiles como en los otros más de treinta vividos previamente.

Por supuesto que una cosa se complementa con la otra. Ya que de nada me serviría tanta información virtual o teórica si no hubiera tenido previamente (y aún sigo cotejando mucho) infinidad de experiencias y vivencias directas en muchas cuestiones.